El oro y su contraste, es un tema bastante interesante del cual existe mucha demanda en su compra, y os habréis preguntado alguna vez el por qué de este interés; pues yo, Brunch & Diamonds, os lo cuento.
No digo, ni mucho menos, que todo el que se dedique a comprar oro tenga malas intenciones. Me voy a centrar en esto para que entendáis mejor el valor del sello/contraste (una pequeña marca hecha en el metal con un cincel o punzón como garantía de su pureza) que toda joya debe de llevar por ley, al menos en España. Y también me interesa que entendáis por qué una joya es más económica sin contraste.
El alto precio de los metales preciosos hace que algunos comerciantes realicen aleaciones de menor valor para así conseguir un mayor beneficio. Algo que no está nada bien ya que sin su sello/contraste no podremos saber si realmente es la cantidad de oro que nos dicen en nuestra joya, si es verídico, o con qué otros metales se ha fusionado para darle dureza.
Pues bien, es importante cuidar de los proveedores y sus clientes. Por ello todo ornamento vendido como oro, plata o platino llevan su sello/contraste el cual confirma que cumple con la ley (Oro de ley).
¿Sabíais esto? ¡Pues esperad que hay más! En la actualidad se quieren normalizar las regulaciones a nivel mundial para poder tener un mayor control y favorecer el comercio internacional. Sí, sí, así de importante es que dispongamos de esta información.
En definitiva, el contraste es obligatorio para todas las piezas de metal noble (No reacciona químicamente, o reacciona muy poco, con otros compuestos químicos).
Ejemplo grabado de contraste proveedor Argyor
Así que siempre recordemos: «No todo lo que brilla es oro»
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